Amancay: Una historia de amor andino

Cuentan que había una vez joven llamado Quintral, hijo del cacique de la tribu Andina Vuriloche (Bariloche). Su corazón estaba ocupado por una humilde joven llamada Amancay, que, aunque él no lo supiera también le correspondía. Sin aviso, una epidemia de fiebre asoló la tribu y nadie conocía la cura.

En pocos días, Quintral también cayó. El cacique, le escuchó murmurar un nombre: “Amancay”. No le llevó mucho averiguar quién era y mandó a sus guerreros a traerla. Pero Amancay se hallaba trepando una montaña en la que, según una hechicera, estaba el único remedio capaz de curar la epidemia: una flor solitaria.

Amancay alcanzó la cumbre y vio la flor. Apenas la arrancó, levantó los ojos y vio un gran cóndor, que le acusó de tomar algo que pertenecía a los dioses. Aterrada, Amancay le contó lo que sucedía en el valle, donde Quintral agonizaba, y que aquella flor era su única esperanza. El cóndor le dijo que la cura llegaría a Quintral sólo si ella accedía a entregar su propio corazón.

Amancay aceptó y dejó que el cóndor la envolviera en sus alas y le arrancara el corazón. El cóndor tomó el corazón y la flor entre sus garras y se elevó, volando sobre el viento hasta la morada de los dioses. Mientras volaba, la sangre que goteaba cayó sobre los valles y montañas, que se cubrieron de pequeñas flores amarillas moteadas de rojo.

La hechicera salió al exterior, mirando con ojos asombrados el vuelo de un cóndor gigantesco. Y supo que había llegado la cura.

Debido a esta historia, los indios Vuriloches tenían la creencia de que “Quien da una flor de Amancay está ofreciendo su corazón”.

 

Las flores nos hacen felices

En los momentos más importantes de nuestras vidas, las flores nos permiten expresar emociones y sentimientos que no podemos decir ni transmitir correctamente con palabras. A través de las flores podemos ofrecer amor, felicitaciones y alegría, perdón, entre otros tantos sentimientos.

Las flores, tienen el poder de tocar a los corazones de una manera única y profunda, con su belleza, colores, aromas, formas… todo en ellas expresa algo!!!Pero hay algo más aún, las flores nos hacen felices!!!

 

La ciencia de la felicidad

Para aquellos que se apoyan en el respaldo de la ciencia, puede estar seguro, que la   investigación enlaza las flores con el BIENESTAR. Según un estudio de investigación conductual de 10 meses realizado en Rutgers, Universidad Estatal de Nueva Jersey, existe una manera realmente sencilla de mejorar la salud emocional: tener flores a nuestro alrededor. La presencia de flores desencadena emociones felices, aumenta el sentimiento de satisfacción con la vida y afecta el comportamiento social de una manera positiva mucho más allá de lo que normalmente se cree.

 

Jeannette Haviland-Jones, Ph.D., profesora de psicología en Rutgerse investigadora principal del estudio “El impacto emocional de las flores”, comenta: “El sentido común nos dice que las flores nos hacen felices. Ahora, la ciencia muestra que no sólo las flores pueden hacernos más felices de lo que sabemos, sino que también, tienen fuertes efectos positivos en nuestro bienestar emocional “.

 

Momentos únicos

Las flores  y las plantas son más que lujos e indulgencias. Curan, unen y ayudan a las personas a crear eventos en sus vidas, sean grandes eventos o pequeños. Son cómplices de aquellos momentos importantes, como en el que le declaraste tu amor, en el que querías decir lo siento, en el que querías agradecer . . . hay tanto que decir con flores!!!!

Para FLORES COQUIMBO, estar presente en el momento,al hacer cada entrega en tu nombre, nos honra de gran manera, al ver los ojos llenos de belleza expresión de felicidad y gratitud, de quien recibe tu mensaje.

 

En Flores Coquimbo, te orientamos, conforme sea lo que quieres expresar, hay una flor y un color para ese mensaje.

 

Fuente: FloristReview 2019